I
No sabe cuando le empezaron a doler la báscula, el cepillo de pelo, los platos limpios, la sortija de matrimonio, los condones. Se entronizan mil conjeturas nocturnas y judiciales. Confiesa amó a todos sus Perros más que a la Sexta de Beethoven pero mucho menos que a sus dedos húmedos y pegajosos.
II
En el Principio fue el Sol. Y en el Sol, la Incisión. (Falda Verde). Diseño cromosómico anterior al péndulo de Adán y a la más excelsa de sus costillas.
Buzón, que no es buzón, a la espera de esta carta, que no es carta, que nace con ictericia y a exponerse a perpetuidad bajo el blogueador solar. Esa bite del byte.
¡Hey! ¿Estás allí?
III
En un grano de arroz: la sangre en la llave.
En un grano de arroz: la caja, disponible día y noche, privatizada bajo la dictadura perfecta de soy tuya por los siglos de los siglos, amén.
En un grano de arroz: Barba Azul disfrazado de Príncipe Azul.
(A zu lado la cópula azularía hambre).
¡Qué comedia! El colegio católico solo para hombres, tardes de rancho solares tras las trincheras de ovejas desprevenidas, fajas inexistentes y fajes de la tez tos te rona.
Caudillo, grano de arroz. Ayer, molécula de benceno. Hoy, etílico y en mutación constante te destilan.
IV
Aaah, respira en esta tarde el temperamento dócil de matriz. Un adiós al Mandato de acatar lo empollado. Partenogénesis, dulce escalofrío. Transmutación de Coca Cola en cerveza y fiesta. Enaltecidas sobre el altar las crinolinas de la infancia del Sol.
Ese arraigo de luz en pubis compartido por dedos húmedos y pegajosos y la raíz cuadrada de dos.
Trabajo en no-equipo
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Voluntad ajena, muerta, tú que eres tan establemente inestable, sigues
siendo la cosa que mueve mi herida. Me reconozco abierta en la carne de ese
lado en ...
Hace 3 semanas
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